La consciencia del cuerpo

Escrito por Jazmín Agate el 14/5/2025. Última edición el 14/5/2025

Hace unos meses tomé la decisión de ejercitarme y durante este tiempo he aprendido cosas que en otro momento no había podido ver.

En el 2018 inicié un proceso de pérdida de peso en el que bajé 15 kilos con buena alimentación y ejercicio en casa. Toda la vida tuve temas con mi peso, siempre me sentí más gorda de lo que en realidad era, porque, sobre todo en la adolescencia me sentía muy acomplejada y ahora, cuando veo fotos de ese momento, con estos ojos ya de adulta, veo que se trataba de la percepción que tenía de mi misma porque la verdad, aunque no era flaca tampoco estaba tan gorda como me sentía.

 

Luego de ahí, bajé, subí, nuevamente bajé y subí y así hasta que en 2018 bajé 15 kilos y me mantuve así incluso luego de haber pasado por el embarazo de mi hijo menor. Sin embargo, un día mi mente decidió hacer que mi cuerpo comenzara a subir de peso sin haber modificado demasiado mi alimentación, con el pasar de los meses vi como si me lo mostraban en tercera persona como subía y subía, los jeans ya no me quedaban, el peso solo subía y yo iba como auto sin freno y en bajada, veía lo que pasaba, pero no hacía nada al respecto.

 

En los últimos meses que tomé la decisión de retomar el ejercicio, estoy disfrutando de cada cambio, de cada modificación y lo digo en todos los sentidos, este proceso lo estoy viviendo muy presente, porque la vez anterior sólo era una máquina de ejercicio y comida, no veía para los lados, pero ahora me doy cuenta de que soy responsable de cada músculo de mi cuerpo, es decir, al hacer abdominales mi foco va, dependiendo de lo que esté haciendo, en la parte alta o baja del abdomen, y al enfocar mi atención allí contraigo los músculos conscientemente, a veces los alterno y esa concentración al momento de hacer un movimiento no la había logrado antes, quizás quiénes estén acostumbrados a hacer ejercicio esto les parecerá una tontería, pero les juro que para mi es un descubrimiento, aunque suene a que descubrí el agua tibia jajaja.

 

El no estar cansada constantemente, observar mi progreso en la flexibilidad de mi cuerpo y reconocer el aumento de mi resistencia han sido regalitos que me doy yo misma día a día y que antes no pude hacerlo, porque no lo veía. Ser consciente de que mi cuerpo tiene más músculos de los que siempre uso, descubrir que puedo moverme de tal o cual forma que ni sabía que podía hacerlo o darme cuenta que puedo contraer un grupo de músculos que para mí son nuevos, esa sensación es indescriptible, es como si ahora realmente sí tengo el control de mi cuerpo, lo conozco más y eso me hace sentir como un niño con juguete nuevo.

 

Poner en práctica todo lo que he aprendido desde ese 2018 para iniciar nuevamente este camino en el 2025 me regala sentimientos y sensaciones a las que no estoy acostumbrada pero que agradezco mucho. Presionarme porque sé que puedo dar más y alternar la motivación con la disciplina han sido claves para seguir cada día, porque a veces me siento tan bien que ni tengo que pensar en hacerlo, pero otros días simplemente no quiero hacerlo y ahí es cuando activo la disciplina.

 

Realmente estoy disfrutando de este proceso tan consciente que me está enseñando una nueva faceta de mí misma que no conocía pero que agradezco profundamente poder transitarla.

 

En unos meses les contaré cómo sigue este proceso.

 

Con amor, Jaz.